Los Cinco Minutos de María |
Vivir en la cruz con Cristo más que morir por la cruz de Cristo, es lo que nos hará acreedores a la victoria de la resurrección de Cristo.
No pensamos que la Virgen María sufrió los dolores de la cruz sólo cuando vio a Jesús clavado en ella.
¡Cuántas veces, siendo niño Jesús, la Virgen clavaría en Él sus ojos y lo vería ya en la Cruz! Al acariciar las manos del Niño Jesús, sentiría ella en las suyas el contacto de las llagas, que más adelante abrirían los clavos; al posar sus labios en la frente de Jesús en dulce beso, sentiría ella en los suyos las punzantes espinas, que más tarde atravesarían las sienes de Jesús.
María, esperanza dn un mundo en el que la esperanza escasea y se apaga.
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