PARTICIPA 1: Firma aquí la Declaración de apoyo a la Santa Sede ante las Naciones Unidas.
PARTICIPA 2: Firma aquí Ban Ki-moon aspira al papado. #InjerenciaNO ¿Por qué la ONU no comienza por preocuparse de los recurrentes abusos sexuales de los cascos azules?
Enérgica reacción del Vaticano a informe ideológico de la ONU sobre derechos del niño
VATICANO, 06 Feb. 14 / 10:59 am (ACI).-
El Arzobispo Silvano Tomasi, Observador Permanente de la Santa Sede
ante las Naciones Unidas en Ginebra, respondió enérgicamente al informe
del Comité de la ONU para los derechos del Niño en el que se pide a la Iglesia cambiar su enseñanza sobre el aborto
y la homosexualidad para erradicar el problema de los abusos sexuales.
El Nuncio expresó su sorpresa y afirmó que el informe parecía haber
estado ya escrito incluso antes de las conversaciones con los
representantes del Vaticano.
En entrevista con Radio Vaticano, Mons. Tomasi señala que “la primera
impresión es que tenemos que esperar, leer atentamente y analizar en
detalle lo que escriben los miembros de esta Comisión. Pero la primera
reacción es de sorpresa, porque el aspecto negativo del documento que
han presentado es que da casi la impresión de que estaba ya preparado
antes de la reunión del Comité con la delegación de la Santa Sede, que
dio en detalle respuestas precisas sobre varios puntos que no han sido
reportadas en este documento final, o al menos no parece que se hayan
tomado en seria consideración”.
“De hecho, casi parece que el documento no se ha actualizado, teniendo
en cuenta lo que en los últimos años se ha hecho a nivel de la Santa
Sede, con las medidas tomadas directamente por el Estado de la Ciudad
del Vaticano y después en los diversos países a través de las
respectivas conferencias episcopales”.
Por lo tanto, precisa el Nuncio, “carece de una perspectiva correcta y
actualizada que tenga en cuenta toda una serie de cambios para la
protección de los niños, que me parece difícil encontrar, -con el mismo
nivel de comprensión y compromiso- en otras instituciones o incluso en
otros Estados. Es simplemente una cuestión de hechos, de evidencias, que
no pueden ser distorsionadas”.
Acerca de la respuesta de la Santa Sede al documento, el Arzobispo
señala que responderá “porque es un miembro, un Estado parte de la
Convención: la ha ratificado y tiene la intención de observar el
espíritu y la letra de la misma, sin adiciones ni imposiciones
ideológicas que van más allá de ella”.
“Por ejemplo, la Convención sobre la protección de los niños en su preámbulo habla de la defensa de la vida
y la protección de los niños antes y después del nacimiento, mientras
que la recomendación que se hace a la Santa Sede es la cambiar su
posición sobre el tema del aborto. Por supuesto, cuando se mata a un
niño éste no tiene más derechos. Así que me parece una verdadera
contradicción con los objetivos fundamentales de la Convención, que es
proteger a los niños”.
“Este Comité no ha hecho un buen servicio a las Naciones Unidas,
intentando solicitar a la Santa Sede que cambie sus enseñanzas no
negociables. Por eso causa tristeza ver que el Comité no ha comprendido
plenamente la naturaleza y las funciones de la Santa Sede, a pesar de
que ésta haya manifestado claramente al Comité su decisión de cumplir
las peticiones de la Convención sobre los Derechos del Niño, eso sí,
definiendo y protegiendo, en primer lugar, los valores fundamentales que
hacen real y efectiva la protección del niño”.
El Observador de la Santa Sede, comenta también el hecho de que la ONU
había dicho en un principio que el Vaticano había respondido mejor que
otros países en la protección de los niños y, respecto al cambio de
opinión que refleja el documento publicado ayer dice: “En el prólogo del
informe conclusivo se reconoce la claridad de las respuestas
facilitadas; no se intentó evitar ninguna cuestión formulada por la
Comisión”.
“Sobre la base de la evidencia disponible, y allí donde no había
información inmediata, se manifestó el compromiso de brindarla en el
futuro, de acuerdo con las directrices de la Santa Sede, y cómo hacen
todos los gobiernos. Por eso parecía un diálogo constructivo y creo que
debería seguir así. De ahí, teniendo en cuenta la impresión producida
por el diálogo directo de la delegación de la Santa Sede con el Comité y
el texto de las conclusiones y recomendaciones, se tiene la tentación
de decir que, probablemente, ese texto ya estaba escrito y que no
refleja las respuestas ni la claridad - excepto en algunos añadidos
apresurados- del trabajo realizado”.
“Por lo tanto, con serenidad y basándonos en la evidencia - porque no
tenemos nada que ocultar - tenemos que explicar la posición de la Santa
Sede, responder a los interrogantes que aún subsistieran, para que se
alcance el objetivo fundamental que se persigue: la protección de los
niños”.
“Se habla de 40 millones de casos de abuso infantil en el mundo; por
desgracia, en algunos de ellos- aunque en proporción muy reducida en
comparación con todo lo que sucede en el mundo - están involucradas
personas de la Iglesia. Y la Iglesia ha respondido y reaccionado y
continúa haciéndolo. Debemos insistir en esta política de transparencia,
de no tolerancia de los abusos, porque un sólo caso de abuso de un
niño, es un caso de más”.
Comité de la ONU pide a Iglesia Católica cambiar doctrina sobre aborto y homosexualidad
Quejate ante la responsable del Comité para para los Derechos del Niño, la noruega Kirsten Sandberg. #InjerenciaNO(ArgentinosAlerta.org) El informe de un comité de derechos humanos de la ONU constituye un ataque ideológico apenas disimulado contra las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre el aborto, la anticoncepción y la homosexualidad -e incluso la naturaleza de la sexualidad humana- bajo el pretexto de una crítica a los escándalos de abusos sexuales.
El Comité de los Derechos del Niño de la ONU que redactó el informe ha abusado de sus atribuciones al solicitar cambios en la doctrina católica.
Ni este Comité ni ningún otro tienen atribución alguna para imponer a la Iglesia Católica o a cualquier otro organismo la promoción del aborto, la homosexualidad o la anticoncepción.
Sin embargo, el Comité de los Derechos del Niño, presidido por la noruega Kirsten Sandberg, dice que la Iglesia debe identificar las "circunstancias bajo las cuales se debe permitir el acceso a los servicios de aborto". También dijo que la Iglesia debe "superar todas las barreras y tabúes sobre la sexualidad adolescente que obstaculizan el acceso a la información sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar y los anticonceptivos".
El Comité también atacó las enseñanzas de la Iglesia sobre complementariedad sexual entre hombre y mujer y sobre su igual dignidad.
Hipócritamente, bajo el pretexto de tratar de proteger a los niños contra el abuso sexual, el Comité promueve a) la destrucción de niños no nacidos mediante el aborto y b) la destrucción de la inocencia de los niños nacidos a través de la promoción de la anticoncepción y la homosexualidad.
Concretamente, el Comité de Derechos del Niño dice estar preocupado por lo siguiente:
- Las declaraciones sobre la homosexualidad de la Santa Sede contribuyen a la estigmatización de niños y adolescentes educados por parejas del mismo sexo.
- Urge a la Iglesia a usar su autoridad moral para condenar la discriminación o la violencia contra los niños basados en su orientación sexual o la de sus padres.
- Muestra su preocupación porque la Iglesia sigue haciendo énfasis en promover la complementariedad entre hombre y mujer y en la igualdad en dignidad "que no es lo mismo que la igualdad ante la ley".
- Reclama que retire los libros de texto de las escuelas católicas en las que se eduque en estereotipos de género que puedan limitar a los niños y niñas su educación y desarrollo.
- Muestra su preocupación por los adolescentes que se encuentran en los seminarios de la Legión de Cristo y de otras órdenes religiosas por estar aislados de sus familias y del mundo.
- Urge que se investiguen las alegaciones de niños y adolescentes separados por sus familias por si pudieran ser manipulados psicológicamente y que la Iglesia se asegure que en tal caso, los manipuladores sean apartados de sus funciones.
- Reclama que la Iglesia revise el canon 1398 relativo al aborto para que se tengan en cuenta las circunstancias. Consideran que en ocasiones se pone en riesgo la vida y la salud de las chicas embarazadas.
“La Santa Sede ha adoptado políticas y prácticas que han llevado a la continuación del abuso y a la impunidad de los perpetradores (…) Han puesto conscientemente la preservación de la reputación de la Iglesia y la protección de los perpetradores por encima de los mejores intereses de los niños”.
Hechos, no palabras
La ‘tarjeta amarilla’ de la ONU se produce además después de que la Santa Sede compareciera el pasado mes de enero ante la citada comisión de Naciones Unidas para explicar los asuntos de pederastia y la estrategia a seguir. Además, el papa Francisco formó el pasado mes de diciembre una comisión precisamente con el mismo objetivo: poner a disposición de la justicia civil los casos de pederastia.
No es nuevo. Benedicto XVI ya mostró públicamente la “vergüenza” de la Iglesia ante los casos de abusos a menores, pidió disculpas aún reconociendo que el daño podría ser irreparable y defendió que los culpables fueran puestos a disposición de la justicia civil. En diversas ocasiones Benedicto XVI señaló lo siguiente:
“Estoy profundamente consternado por el sufrimiento de jóvenes indefensos (…) Comparto el sentimiento de desazón y de traición de muchas victimas ante estos actos pecaminosos y el modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia (…) ha habido una inadecuada respuesta a las víctimas (…) Han traicionado la confianza de jóvenes y sus familias (…) Han causado un inmenso daño a las víctimas, a la Iglesia y a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa. (…) Deberán responder ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituídos.Hechos, no palabras: la política de tolerancia cero de Benedicto XVI frente a los clérigos que abusaron de menores y que fueron encubiertos por autoridades eclesiásticas provocó la renuncia de varias decenas de Obispos en distintas partes del mundo, muchos de los cuales se habían limitado a cambiar de parroquia a los clérigos pederastas, sin suspenderlos de sus funciones. Benedicto XVI destituyó también a 400 curas pederastas.
El compromiso de la Iglesia contra la pederastia es claro. ¿Por qué esa agresividad cuando la Iglesia ha tomado cartas en el asunto?, ¿por qué no dirigen la misma beligerancia hacia los acosos sexuales de los cascos azules o de los colegios de la UNESCO?
Quejate ante la responsable del Comité de Derechos del Niño, la noruega Kirsten Sandberg. Le enviaremos una copia al Observador Permanente de Su Santidad el Papa Fracisco en Ginebra (Suiza), Mons. Silvano Tomasi.
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