Madre Teresa de Calcuta
Fiesta:
5 de septiembre
Esta es la biografía oficial publicada por el Vaticano:
"De
sangre soy albanesa. De ciudadanía, India.
En lo referente a la fe, soy una monja Católica.
Por mi vocación, pertenezco al mundo. En
lo que se refiere a mi corazón, pertenezco
totalmente al Corazón de Jesús".
De pequeña estatura, firme como una roca
en su fe, a Madre Teresa de Calcuta le fue confiada
la misión de proclamar la sed de amor de
Dios por la humanidad, especialmente por los más
pobres entre los pobres. "Dios ama todavía
al mundo y nos envía a ti y a mí para
que seamos su amor y su compasión por los
pobres". Fue un alma llena de la luz de Cristo,
inflamada de amor por El y ardiendo con un único
deseo: "saciar su sed de amor y de almas".
Cuando tenía dieciocho años, animada
por el deseo de hacerse misionera, Gonxha dejó
su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el
Instituto de la Bienaventurada Virgen María,
conocido como Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí
recibió el nombre de Hermana María Teresa
(por Santa Teresa de Lisieux). En el mes de diciembre
inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta
el 6 de enero de 1929. Después de profesar
sus primeros votos en mayo de 1931, la Hermana Teresa
fue destinada a la comunidad de Loreto Entally en
Calcuta, donde enseñó en la Escuela
para chicas St. Mary. El 24 de mayo de 1937, la Hermana
Teresa hizo su profesión perpetua convirtiéndose
entonces, como ella misma dijo, en "esposa de
Jesús para toda la eternidad". Desde ese
momento se la llamó Madre Teresa. Continuó
a enseñar en St. Mary convirtiéndose
en directora del centro en 1944. Al ser una persona
de profunda oración y de arraigado amor por
sus hermanas religiosas y por sus estudiantes, los
veinte años que Madre Teresa transcurrió
en Loreto estuvieron impregnados de profunda alegría.
Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje,
por su capacidad para el trabajo duro y por un talento
natural de organizadora, vivió su consagración
a Jesús entre sus compañeras con fidelidad
y alegría.
El 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de
Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual,
Madre Teresa recibió su "inspiración",
su "llamada dentro de la llamada". Ese
día, de una manera que nunca explicaría,
la sed de amor y de almas se apoderó de su
corazón y el deseo de saciar la sed de Jesús
se convirtió en la fuerza motriz de toda
su vida. Durante las sucesivas semanas y meses,
mediante locuciones interiores y visiones, Jesús
le reveló el deseo de su corazón de
encontrar "víctimas de amor" que
"irradiasen a las almas su amor". "Ven
y sé mi luz", Jesús le suplicó.
"No puedo ir solo". Le reveló su
dolor por el olvido de los pobres, su pena por la
ignorancia que tenían de El y el deseo de
ser amado por ellos. Le pidió a la Madre
Teresa que fundase una congregación religiosa,
Misioneras de la Caridad, dedicadas al servicio
de los más pobres entre los pobres. Pasaron
casi dos años de pruebas y discernimiento
antes de que Madre Teresa recibiese el permiso para
comenzar. El 17 de agosto de 1948 se vistió
por primera vez con el sari blanco orlado de azul
y atravesó las puertas de su amado convento
de Loreto para entrar en el mundo de los pobres.
El
7 de octubre de 1950 fue establecida oficialmente
en la Archidiócesis de Calcuta la nueva congregación
de las Misioneras de la Caridad. Al inicio de los
años sesenta, Madre Teresa comenzó
a enviar a sus Hermanas a otras partes de India.
El Decreto de Alabanza, concedido por el Papa Pablo
VI a la Congregación en febrero de 1965,
animó a Madre Teresa a abrir una casa en
Venezuela. Esta fue seguida rápidamente por
las fundaciones de Roma, Tanzania y, sucesivamente,
en todos los continentes. Comenzando en 1980 y continuando
durante la década de los años noventa,
Madre Teresa abrió casas en casi todos los
países comunistas, incluyendo la antigua
Unión Soviética, Albania y Cuba.
Durante
estos años de rápido desarrollo, el
mundo comenzó a fijarse en Madre Teresa y
en la obra que ella había iniciado. Numerosos
premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri
en 1962 y de modo mucho más notorio el Premio
Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra.
Al mismo tiempo, los medios de comunicación
comenzaron a seguir sus actividades con un interés
cada vez mayor.
Ella
recibió, tanto los premios como la creciente
atención "para gloria de Dios y en nombre
de los pobres". Toda la vida y el trabajo de
Madre Teresa fue un testimonio de la alegría
de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada
persona humana, del valor de las cosas pequeñas
hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable
de la amistad con Dios. Pero, existía otro
lado heroico de esta mujer quesalió a la
luz solo después de su muerte. Oculta a todas
las miradas, ocultaincluso a los más cercanos
a ella, su vida interior estuvo marcada por la experiencia
de un profundo, doloroso y constante sentimiento
de separaciónde Dios, incluso de sentirse
rechazada por El, unido a un deseo cada vezmayor
de su amor. Ella misma llamó "oscuridad"
a su experiencia interior. La"dolorosa noche"
de su alma, que comenzó más o menos
cuando dio inicio a su trabajo con los pobres y
continuó hasta el final de su vida, condujo
a Madre Teresa a unión con Dios cada vez
más profunda. Mediante la oscuridad, ella
participó de la sed de Jesús (el doloroso
y ardiente deseo de amor de Jesús) y compartió
la desolación interior de los pobres.
Fue beatificada el 19 de octubre de 2003 y su causa de canonización sigue en marcha.
Fuente: ACI Prensa
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