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| Los Cinco Minutos de María |
Nadie tan dedicado en todas sus cosas como la Virgen Inmaculada; ella no tuvo nunca ni la menor mancha o sospecha de pecado, ni aún de inperfección alguna por pequeña que se la quiera suponer.
El poder de Dios en su infinita virtualidad quiso manifestarse celebrando a la humana naturaleza de María al mayor grado de santidad que una criatura pueda alcanzar.
En la Virgen Inmaculada todo es luz, todo claridad, todo resplandor, toda ella es virtud, toda santidad, toda limpieza y brillo a los ojos de Dios y de los hombres.
María, tema del verso escrito por el Creador con letras de estrellas.
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