Los Cinco Minutos de María |
Dice el Evangelio que Cristo vino al mundo a traernos la Vida, la verdadera Vida de Dios en nosotros; Cristo es esa Vida y esa Vida ha venido a nosotros por María.
El que vive esa Vida divina es más hijo de Dios y es más hijo de María; nada hay más importante y decisivo para el cristianismo que vivir la vida de Dios, y bajo el punto de vista de esa vivencia juzga y vive todo lo demás.
Para vivir esa vida divina nos ayudará poderosamente la vigilancia y protección de la Santísima Virgen, tratando de imitar sus virtudes en todos los actos de nuestra vida, no olvidando recurrir a ela con frecuentes y fervientes plegarias.
María tuvo al Espíritu Santo en tal grado, que hizo de ella la contemplativa silenciosa, que conservaba y meditaba en su Corazón las palabras de Jesús.
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