Los Cinco Minutos de María |
Es muy frecuente en la imaginería cristiana representar a la Virgen con las manos juntas en la actitud de una oración, como para enseñarnos que debemos elevar nuestros ojos hacia arriba, hacia el cielo, hacia Dios.
Cuán necesario es hacer caso a la invitación litúrgica, cuando el sacerdote nos dice: "Elevad vuestros corazones"; no puede el cristiano vivir arrastrándose a ras de tierra; debe elevarse hacia las alturas y lanzarse, para beber el azul de los espacios.
María Inmaculada, con las manos juntas hacia arriba, elevados sus ojos hacia las alturas, arropada con el manto azul, símbolo de su ideal, puede expresarnos cuál debe ser muestra meta.
"María es el puento de elace del cielo con la tierra. Sin María el Evangelio se desencarna, se desfigura" (Documento de Puebla Nº 301)
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