"Nosotros no poseemos la verdad, es la Verdad quien nos posee a nosotros. Cristo, que es la Verdad, nos toma de la mano". Benedicto XVI
"Dejá que Jesús escriba tu historia. Dejate sorprender por Jesús." Francisco

"¡No tengan miedo!" Juan Pablo II
Ven Espiritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu para darnos nueva vida. Y renovarás el Universo. Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con las luces del Espíritu Santo, danos el valor de confesarte ante el mundo para que se cumpla tu plan divino. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Examen de conciencia para adultos



Las preguntas que siguen pueden ayudarle a revisar su vida.
Conversa tus dudas o angustias con el sacerdote.


1)”Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos”.
¿Me acerco al sacramento de la Reconciliación con un deseo sincero de cambiar y renovar mi vida? ¿En mis confesiones pasadas, olvidé o callé un pecado o propósito? ¿Me esforcé para cumplir la decisión de mejorar mi vida?

2) “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tú corazón”
¿Es firme mi fe en Dios? ¿Leo la palabra de Dios? ¿Me muestro como cristiano en mi vida privada y pública? ¿Hablo con Dios mediante la oración? ¿Recuerdo a Dios durante el día? ¿En las alegrías y en las penas? ¿Les doy importancia al domingo y a las fiestas de la Iglesia participando en la Misa? ¿Me olvido de Dios, para darle importancia al dinero y a tener siempre más? ¿Confío en Dios o me dejo llevar por supersticiones? ¿He jurado en falso poniendo a Dios por testigo?

3) “Ámense los unos a los otros como yo los amé a ustedes”
¿Quiero de veras a mi prójimo? ¿Les hago a ellos lo que no quiero que me hagan a mí? ¿Soy causa de alegría en mi familia, con mi amor y con mi actitud se servicio? ¿Cómo esposo/a, Como padre/madre, como hijo/a, me preocupo por atender a los otros? ¿Guardo la fidelidad matrimonial? ¿Ayudo con mi dinero y mis servicios a los que son más pobres que yo? ¿Colaboro con las obras de caridad que organiza la Iglesia, la comunidad parroquial? ¿Soy serio cumplidor de mi trabajo? Si soy dueño ¿Pago con justicia a mis obreros y empleados? ¿Amo y respeto a mi prójimo diciendo siempre la verdad? ¿Hago daño a los demás con mentiras y calumnias, “Chismes”? ¿Perjudico la vida, la fama, el honor, y los bienes de los demás? ¿Me separo de mis hermanos por rencores, envidias o celos? ¿He practicado, aconsejado el aborto? ¿Robé dinero u otras cosas? ¿Estoy dispuesto a reparar el daño que causé? ¿He recibido o dado coimas o participado en negociaciones? ¿He pagado mis deudas? Si me ofendieron, ¿Estoy dispuesto a buscar la reconciliación y la paz por medio del perdón o guardo rencor y odio? ¿Vivo mi sexualidad como Jesús y la Iglesia me piden en mis pensamientos y acciones?

4) “Sean perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en los Cielos”
¿Cuál es la dirección fundamental de mi vida? ¿Cultivo mi vida leyendo y meditando la Palabra de Dios y participando en la celebración de los Sacramentos? ¿Lucho para corregir mis vicios o defectos? ¿Me dejo dominar por la envidia, la ira, el orgullo, la gula…?


Arrepentimiento y Decisión

Señor Dios, Padre lleno de amor y misericordia; yo reconozco mis pecados y me arrepiento porque con ellos te ofendí y me separé de mis hermanos. Por eso quiero confesarlos delante de ti, y de tu Iglesia, para vivir la fiesta del perdón que me reconcilia contigo, y con la comunidad.

Con tu gracia yo decido y prometo hacer todo lo posible para amar a mis hermanos, para que todos conozcan tu amor viviendo que me perdonaste.

Amén.

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