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| Los Cinco Minutos de María |
Su opción por Cristo le complicó la vida, la empujó a compartir sus trabajos, penas y contradicciones, que llevó clavados en su Corazón constantemente como una espada.
Su ejemplo debe hacernos desconfiar la nuestra pretendida devoción, si seguimos tranquilamente "instalados", sin preocuparnos de los demás.
Nada más opuesto a la verdadera devoción que el apego obsesivo a la comodidad, que nos impide entregarnos a Dios y a los hermanos.
Nuestra Señora del Amén abrazó plenamente la voluntad solvífica de Dios y así nos dió el ejemplo y nos mueve a que repitamos también el Amén en nuestra vida.
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