San Gregorio Magno,
Papa y Doctor de la Iglesia
3 de Septiembre
San Gregorio Magno |
El Papa Gregorio I, con más justicia llamado "Magno", fue el primer
Pontífice que fue monje y ascendió a la silla apostólica cuando Italia
se hallaba en una condición deplorable como consecuencia de las luchas
entre los ostrogodos y el emperador Justiniano, que terminaron con la
derrota y muerte de Totila, en el año 562.
Aunque San Gregorio cumplía fiel y honrosamente sus funciones como
prefecto, desde hacía tiempo se sentía llamado a una vocación superior,
hasta que por fin resolvió apartarse del mundo y consagrarse al servicio
de Dios, siendo ordenado séptimo diácono de la Iglesia Romana y enviado
como embajador ante la corte bizantina. A principios del año 586, tras
volver a Roma, se convirtió en abad del monasterio de San Andrés.
En el año 590, una terrible epidemia arrebató la vida al Papa
Pelagio y el pueblo escogió a Gregorio como nuevo Pontífice. Desde el
momento que asumió el cargo de Papa, se impuso el doble deber de
catequizar y cumplir con la disciplina; prohibió el cobro injusto de
primas por entierros en iglesias, por ordenaciones o por conferir el
palio y no permitió a los diáconos dirigir la parte cantada de la misa a
menos que fueran escogidos por sus voces más que por su carácter.
También destacó como predicador escogiendo temas del Evangelio del día
y, hasta nosotros ha llegado algunas de sus homilías, llenas de
elocuencia y sentido común, terminadas con una enseñanza moral que podía
adaptarse a cada caso. Fue un excelente administrador de la Sede
Pontificia pues todos los súbditos estaban contentos con lo que les
tocaba en la distribución de bienes y aún entraba dinero a la tesorería.
De toda su labor religiosa en occidente, la conversión de Inglaterra
y el éxito que coronó sus esfuerzos encaminados hacia esta dirección
fue para él, el mayor triunfo de su vida. Se le reconoce a San Gregorio
la compilación del Antiphonario, la revisión y reestructuración del
sistema de música sacra, la fundación de la famosa Schola Cantorum de
Roma y la composición de varios himnos muy conocidos. Pero su verdadera
obra se proyecta en otras direcciones. Se le venera como el cuarto
Doctor de la Iglesia Latina, por haber dado una clara expresión a
ciertas doctrinas religiosas que aún no habían sido bien definidas y
quizá su mayor labor fue el fortalecimiento de la Sede Romana.
Fuente ACI Prensa.
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