Los Cinco Minutos de María |
Para nuestra madre de la tierra deseamos siempre las cosas mejores y más hermosas, le pedimos a Dios lo mejor de la tierra y lo más selecto del cielo.
Y si esto deseamos para nuestra madre terrena, ¡que no vamos a desear a nuestra Madre del Cielo!
Si nada hay en la tierra que podamos comparar con la madre, ¿qué podemos hallar en el cielo comparable con la Madre celestial? Después de Dios nada, ni nadie hay tan grande y sublime como la Sentísima Virgen María.
Nuestra Señora de la entrega, que dijiste: "Hagase en Mi según tu Palabra", que sea esa también nuestra posición durante toda nuestra vida.
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