Los Cinco Minutos de María |
No solamente hermoso, sino también muy eficiente es contemplar y extasiarse ente la sonrisa de la Virgen.
Miremos su imagen, su estampa y si la miramos con sencillez y limpieza de corazón, descubriremos en ella una suave, dulcísima y penetrante sonrisa virginal y maternal.
Virginal, y por eso limpísima y tierna; maternal, y en consecuencia bondadosa y alentadora.
Que sea sonrisa no se borre tampoco de nuestros labios en ningún momento y en ninguna circunstancia de nuestra vida.
Seamos sembradores de sonrisas y así a nuestro paso brotarán capullos de rosas.
María, presentimiento, reflejo y vida.
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