Los Cinco Minutos de María |
El niño debil, consciente de su debilidad y de sus pocas fuerzas, acude a su padre y a su madre en demanda de auxilio.
Como niños pequeños, carentes de fuerza en nuestro espíritu, debemos acudir a nuestro Padre Dios y a nuestra Madre del cielo, piduéndoles fuerza, para permanecer siempre fieles al amor de Dios y a nuestros principios de fe y de vida.
La oración a María, la plegaria filial y confiada a su Corazón material, nos alcanzará la protección liberadora, que nos alejará del pecado y nos hará permanecer fieles a nuestra conciencia, fieles a nuestro Dios.
María fue modelo perfectísimo de caridad "Yo soy la Madre del amor hermoso".
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