Ofrecemos a continuación el texto completo incluyendo los agregados expontáneos que hizo el Papa Francisco al darlo tal como se escucha en la grabación que también ofrecemos. Incluimos unas breves citas que explican los argentinismos usados por él.
ENCUENTRO CON EL COMITÉ DE
COORDINACIÓN DEL CELAM
DISCURSO
DEL SANTO PADRE FRANCISCO
Centro Estudios de Sumaré, Río de
Janeiro
Domingo 28 de julio de 2013
Domingo 28 de julio de 2013
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En el discurso a los obispos
brasileños sobre la realidad brasileña y la pastoral brasileña. Ahí también
puse algunos criterios pastorales que puedan servir para toda América Latina.
Lo digo como referencia. Creo que esa charla puede servir.
1. Introducción
Yo Agradezco al Señor esta
oportunidad de poder hablar con ustedes, hermanos Obispos, responsables del
CELAM en el cuatrienio 2011-2015.
Hace 57 años que el CELAM sirve a
las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe, colaborando
solidaria y subsidiariamente para promover, impulsar y dinamizar la
colegialidad episcopal y la comunión entre las Iglesias de esta Región y sus
Pastores.
Como ustedes, también yo soy testigo
del fuerte impulso del Espíritu en la Quinta Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano y El Caribe en Aparecida, en mayo de 2007, que sigue animando
los trabajos del CELAM para la anhelada renovación de las iglesias
particulares.
Esta renovación, en buena parte de
ellas, se encuentra ya en marcha.
Quisiera centrar esta conversación
en el patrimonio heredado de aquel encuentro fraterno y que todos hemos
bautizado como Misión Continental.
2. Características peculiares de Aparecida
Existen cuatro características que
son propias de la V Conferencia.
Son como cuatro columnas del
desarrollo de Aparecida y que le confieren su originalidad.
1) Inicio sin documento de base Medellín, Puebla y Santo Domingo comenzaron sus
trabajos con un camino recorrido de preparación que culminó en una especie de Instrumentum laboris, con el cual se
desarrolló la discusión, reflexión y aprobación del documento final.
En cambio, Aparecida promovió la
participación de las Iglesias particulares como camino de preparación que
culminó en un documento de síntesis. Pero este documento, si bien fue
referencia durante la Quinta Conferencia General, pues se fueron aprovechando
cosas que decían ahí, no se asumió como documento de partida.
El trabajo inicial consistió en
poner en común las preocupaciones de los Pastores ante el cambio de época y la
necesidad de renovar la vida discipular y misionera con la que Cristo fundó la
Iglesia.
Yo me acuerdo que empezamos, iban
pasando los presidentes de las Conferencias Episcopales decían como estaba su
conferencia. Ese fue el puntapié inicial, después de ahí según se dio las
intervenciones se fue armando la puesta en común. Lo primero no hubo un
documento de base.
2) Ambiente de oración con el Pueblo de Dios Momento clave. Es importante
recordar el ambiente de oración generado por el diario compartir la Eucaristía
y otros momentos litúrgicos, donde siempre fuimos acompañados por el Pueblo de
Dios.
Por otro lado, puesto que los
trabajos tenían lugar en el subsuelo del Santuario, la música funcional que nos
acompañaba fueron los cánticos y oraciones de los fieles.
Estábamos metidos en la oración de
este Pueblo de Dios. Los días de semana teníamos poca gente, ochenta; cien
personas. Pero algún día feriado, o de peregrinación o sábado o Domingo cuando
hubo Misa… el Santuario es para veinte mil personas o más, así que estaba… para
mí esto es clave también.
3) Es un Documento que se prolonga en compromiso, con la Misión Continental En este contexto de oración y vivencia de fe
surgió el deseo de un nuevo Pentecostés para la Iglesia y el compromiso de la
Misión Continental.
Aparecida no termina con un
Documento sino que sigue. Se prolonga en la Misión Continental. El documento es
una etapa más, pero sigue.
4) Creo que
esto hay que rumearlo bastante, es La
presencia de Nuestra Señora, Madre de América Es la primera Conferencia del
Episcopado Latinoamericano y El Caribe que se realiza en un Santuario mariano.
Y la presencia transversal de María
en Aparecida es muy importante. Una mariología sana está en el corazón de
nuestro pueblo. Por ahí alguno me ha oído decir que lo que hicimos en Aparecida
fue un milagro. No solo lo digo por el don recibido allí, también por un
documento que nadie esperaba que saliera tres días antes o cuatro, no me puedo
acordar. Tenemos tres mil doscientos cuarenta modos. Después salió armoniosamente
todo.
3. Dimensiones de la Misión Continental
La Misión Continental se proyecta en
dos dimensiones: programática y paradigmática.
La misión programática, como su nombre lo indica, consiste en la realización de actos de índole
misionera.
La misión paradigmática, en cambio, implica poner en clave misionera la actividad habitual de las
Iglesias particulares.
Evidentemente aquí se da, como
consecuencia, toda una dinámica de reforma de las estructuras eclesiales (por
la misión paradigmática).
El cambio de estructuras (de caducas
a nuevas) no es fruto de un estudio de organización de la planta funcional
eclesiástica, de lo cual resultaría una reorganización estática, sino que es
consecuencia de la dinámica de la misión.
Porque nos metemos en esta dinámica
de la misión se van cambiando las estructuras porque no pueden llevar adelante
esa… –las que son caducas-, las que están al día andan fenómeno. Es la dinámica
la que provoca el cambio de estructuras de la conversión pastoral.
Lo que hace caer las estructuras
caducas, lo que lleva a cambiar los corazones de los cristianos, es
precisamente la misionariedad.
De aquí la importancia que tiene la
misión paradigmática. Y esto, bueno, tienen que abrir un poquito los ojos
porque puede estar el engaño: A ver… hagamos la misión continental: una misión
para chicos, una misión para hospitales, una misión… y ya cumplimos y se acabó
el partido.
Creo que la Paradigmática es
continuamente un estado de misión. La acción habitual de la Iglesia.
La Misión Continental, sea programática,
sea paradigmática, exige generar la conciencia de una Iglesia que se organiza
para servir a todos los bautizados y hombres de buena voluntad.
El discípulo de Cristo no es una
persona aislada en una espiritualidad intimista, sino una persona en comunidad,
para darse a los demás.
Misión Continental, por tanto,
implica pertenencia eclesial. También es clave para tenerlo en cuenta en la
medida en que esa misión se va cambiando la manera de organizarse la pastoral,
se va adentrando en la pertenencia eclesial.
Un planteo como éste, que comienza
por el discipulado misionero e implica comprender la identidad del cristiano
como pertenencia eclesial, pide que nos explicitemos cuáles son los desafíos
vigentes.
Puede haber muchos… yo voy a marcar
dos nada más: ¿Qué desafías vigentes hay en este planteo?
Planteos vigentes de la
misionariedad discipular: Señalo dos: la renovación interna de la Iglesia y el
diálogo con el mundo actual.
Renovación interna de la Iglesia Aparecida ha propuesto como necesaria la Conversión
Pastoral. Esta conversión implica creer en la Buena Nueva, creer en Jesucristo
portador del Reino de Dios, en su irrupción en el mundo, en su presencia
victoriosa sobre el mal; creer en la asistencia y conducción del Espíritu
Santo; creer en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y prolongadora del dinamismo de la
Encarnación.
En este sentido, es necesario que,
como Pastores, nos planteemos interrogantes que hacen a la marcha de las
Iglesias que presidimos.
Estas preguntas sirven de guía que
están tomadas de un machete (1) que le pedí
a uno de ustedes. Que le pedía me nadara un macheta para poder aterrizar en lo
que tengo que decir.
Estas preguntas sirven de
guía para examinar el estado de las diócesis en la asunción del espíritu de
Aparecida y son preguntas que conviene nos hagamos frecuentemente como examen
de conciencia.
Son preguntas que uno se las hizo
una vez, cree que está bien pero cuando se las hace otra vez a los quince días
o cuando hace una reunión en su parroquia, en su diócesis se da cuenta que
todavía hay que ahondar más.
1. ¿Procuramos
que nuestro trabajo y el de nuestros Presbíteros sea más pastoral que
administrativo? Esto para los obispos es
clave. Una visita pastoral a una parroquia… Que el moderador de curia, el
ecónomo haga la parte administrativa… pero ¿vos Cura cómo te movés
pastoralmente?
¿Quién es el principal beneficiario
de la labor eclesial, la Iglesia como organización o el Pueblo de Dios en su
totalidad?
2. ¿Superamos
la tentación de atender de manera reactiva los complejos problemas que surgen?
¿Creamos un hábito pro-activo? ¿Promovemos espacios y ocasiones para manifestar
la misericordia de Dios?
Para mí esto es clave. Estoy
convencido que este es el tiempo de la misericordia de Dios para su Iglesia.
Marcaria como prioridad… …no sé... es reducirlo decirlo así, pero ese
apostolado de la misericordia. La dimensión misericordiosa de la Santa Madre
Iglesia. La maternalidad de la Iglesia que cura heridas. Que va ayudando.
Este cambio de época, lo comentaba
ayer con los obispos brasileños, está lleno de heridos: gente que dejó la
Iglesia por la mitad, que se fue, que volvió. Y, uno puede pensar: bueno… vamos
a hacer un curso, que esto, que aquello…Vean, después de una batalla. Lo
primero que hay que hacer en un hospital de campaña es curar las heridas. Creo
que hoy en día la pastoral tiene que plantearse eso seriamente. La pastoral de
la Madre Iglesia. Curar tantas heridas de gente que se fue; que se quedó a
mitad camino; que se confundió; que se desilusionó. Pastoral de la misericordia.
No en vano, Juan Pablo II tuvo una
visión, un olfato de que la cosa podía ir por aquí. Hay una intuición muy
grande en Juan Pablo, lo marco. ¿Promovemos espacios y ocasiones para
manifestar la misericordia de Dios?
¿Somos conscientes de la responsabilidad
de replantear las actitudes pastorales y el funcionamiento de las estructuras
eclesiales, buscando el bien de los fieles y de la sociedad?
3. En la
práctica, ¿hacemos partícipes de la Misión a los fieles laicos? ¿Ofrecemos la
Palabra de Dios y los Sacramentos con la clara conciencia y convicción de que
el Espíritu se manifiesta en ellos?
4. ¿Es un
criterio habitual el discernimiento pastoral, sirviéndonos –en el buen sentido
de la palabra- de los Consejos Diocesanos?
Consejos diocesanos. Esta palabrita
tiene que ser más usada.
¿Estos Consejos y los Parroquiales
de Pastoral y de Asuntos Económicos ¿son espacios reales para la participación
laical en la consulta, organización y planificación pastoral? El buen
funcionamiento de los Consejos es determinante. Diocesanos, sectoriales,
parroquiales. Y creo –no se ofendan pero les digo de corazón- creo que estamos
muy atrasados en esto.
Buenos Aires, recuerdo de las
Parroquias, menos de la mitad tenían los consejos. Mover a los curas para que
entren en esta dinámica cuesta mucho.
5. Los
Pastores, Obispos y Presbíteros, ¿tenemos conciencia y convicción de la misión
de los fieles y les damos la libertad para que vayan discerniendo, conforme a
su proceso de discípulos, la misión que el Señor les confía? ¿Los apoyamos y
acompañamos, superando cualquier tentación de manipulación o sometimiento
indebido? ¿Estamos siempre abiertos para dejarnos interpelar en la búsqueda del
bien de la Iglesia y su Misión en el mundo? Esta es la interpelación.
6. Los agentes
de pastoral y los fieles en general ¿se sienten parte de la Iglesia, se
identifican con ella y la acercan a los bautizados y distantes y alejados? Como
se puede apreciar, aquí están en juego actitudes en esta pregunta.
La Conversión Pastoral atañe principalmente
a las actitudes y a una reforma de vida. Un cambio de actitudes necesariamente
es dinámico: entra en proceso y sólo se lo puede contener acompañándolo y
discerniendo.
Un proceso de cambio de cultura
necesita del obispo: acompañamiento y discernimiento.
Es importante tener siempre presente
que la brújula, para no perderse en este camino, es la de la identidad católica
concebida como pertenencia eclesial.
Esa es la brújula: Lo Católico como
pertenencia eclesial.
Esta era la primera parte de “Renovación
interna de la Iglesia” que comprende: Discipulado, pertenencia eclesial ¿Cuáles
son los desafíos? Primer desafío es Renovación interna de la Iglesia. El
segundo desafío –pero no los pongo en orden. Son dos desafíos- “Diálogo con el
Mundo actual”. Los dos tienen que darse contemporáneamente.
Diálogo con el mundo actual
Hace bien recordar las palabras del
Concilio Vaticano II: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las
angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos
sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los
discípulos de Cristo” (cf. GS, 1). Aquí reside el fundamento del diálogo con el
mundo actual.
La respuesta a las preguntas
existenciales del hombre de hoy, especialmente de las nuevas generaciones,
atendiendo a su lenguaje, entraña un cambio fecundo que hay que recorrer con la
ayuda del Evangelio, del Magisterio, y de la Doctrina Social de la Iglesia.
Los escenarios y areópagos son de lo
más variado. Por ejemplo, en una misma ciudad (la Megápolis) existen varios imaginarios colectivos que conforman
diversas ciudades imaginarias.
Las Tribus Urbanas, por ejemplo. Un
fenómeno. Decir: “Bueno… yo no voy a hacer todo un movimiento diocesano para
atender las tribus urbanas”: Pero las tribus urbanas son un fenómeno de la
variedad. Representan algo mucho más profundo. Una variedad, una manera nueva,
distinta, de organizarse de las Megápolis. Es un desafío enorme ese.
Si nos mantenemos solamente en los
parámetros de la cultura de siempre, en el fondo una cultura de base rural, el
resultado terminará anulando la fuerza del Espíritu Santo.
Dios está en todas partes: hay que
saber descubrirlo para poder anunciarlo en el idioma de esa cultura; y cada
realidad, cada idioma, tiene un ritmo diverso.
Este es un desafío de este cambio de
época. Después, supongo, se reordenará
de nuevo. Pero a nosotros nos toca vivir y evangelizar en este cambio de época.
Hoy estuve pensando ¿Cuáles son las
tentaciones más frecuentes contra el discipulado misionero que hay, hoy día, en
América Latina? Voy a mencionar algunas.
4. Algunas tentaciones contra el discipulado misionero
La opción por la misionariedad del
discípulo será tentada. Es decir, no existe un seguimiento de Jesucristo sin
tentación. Desde el obispo para abajo, todos van a ser tentados. Si, si.. aquí
no se salva nadie. Es parte de la vida cristiana, porque eso te lleva a la
conversión, a descubrir dónde está el Espíritu de Dios, donde está el espíritu del mundo, el demonio. Es
así ¿no es cierto?
Es importante saber por dónde va el
mal espíritu para ayudarnos en el discernimiento.
No se trata de salir a cazar
demonios, No es eso. Sino simplemente de lucidez y astucia evangélica. Menciono
sólo algunas actitudes que configuran una Iglesia tentada. Se trata de conocer
ciertas propuestas actuales que pueden mimetizarse en la dinámica del
discipulado misionero y detener, hasta hacer fracasar, el proceso de Conversión
Pastoral.
1. La ideologización del mensaje evangélico. Es una tentación que se dio en la
Iglesia desde el principio: buscar una hermenéutica de interpretación
evangélica fuera del mismo mensaje del Evangelio y fuera de la Iglesia.
Un ejemplo: Aparecida, en un
momento, sufrió esta tentación bajo la forma de asepsia. Se utilizó, y está
bien, el método de "ver, juzgar, actuar" (cf. n. 19). (Acuérdense, el
número 19 que decíamos muchas veces). La tentación estaría en optar por un
"ver" totalmente aséptico, un "ver" neutro, lo cual es
inviable.
Siempre el ver está afectado por la
mirada. No existe una hermenéutica aséptica. La pregunta era, -me estoy
refiriendo a la tentación que hubo en algún momento en Aparecida- la pregunta
era entonces: ¿con qué mirada vamos a ver la realidad? Para seguir este método
de ver, juzgar y obrar. Aparecida respondió: Con mirada de discípulo. Así se
entienden el ¿por qué? de los números 20 al 32 antes de empezar a hacer el
análisis de la realidad. Era como un colirio (2) una purificación de la mirada; mirada de discípulo. Nuestra hermenéutica es
discipular.
Hay otras maneras de ideologización
del mensaje, actualmente, aparecen en Latinoamérica y El Caribe propuestas de
esta índole.
Sigo con esta tentación de la
ideologización, menciono algunas ideologizaciones que aparecen que creo yo.
Capaz que hay más. Seguro que hay más y pueden ampliar este catálogo:
a) El reduccionismo socializante. Es la
ideologización más fácil de descubrir. Enseguida se pesca (3) En algunos momentos fue muy fuerte. Se trata de una
pretensión interpretativa en base a una hermenéutica según las ciencias
sociales. Abarca los campos más variados, desde el liberalismo de mercado hasta
la categorización marxista.
Hubo épocas en donde estuvo más de
moda uno, más de moda otra interpretaciones de tipo socializante. Otra
ideologización es
b) La ideologización psicológica. Se trata de una hermenéutica elitista que, en
definitiva, reduce el "encuentro con Jesucristo" y su ulterior
desarrollo a una dinámica de autoconocimiento. Suele darse principalmente en
cursos de espiritualidad, retiros espirituales, etc. Termina por resultar una
postura inmanente autorreferencial. No sabe de trascendencia y, por tanto, no
sabe de misionariedad.
Esto… yo no tengo nada contra el
eneagrama no… (o si). Pero cuando vos te encontrás que en un curso de
ejercicios espirituales, la primera semana de los ejercicios se hace en base al
eneagrama “para conocerte a vos mismo” ¿Decime donde termina el coloquio de
misericordia con Cristo resucitado?
¿Ven como pesca la tentación?
Psicologismo. Entonces hay una hermenéutica psicologista que termina en… una
cosa… buena…. No es malo el auto conocimiento es bueno pero no es la
misionariedad que estamos buscando. Y ahí podemos estar tentados.
c) La propuesta gnóstica. Bastante ligada a la tentación anterior. Suele darse
en grupos de élites en América Latina, con una propuesta de espiritualidad
superior, bastante desencarnada, que termina por desembarcar en posturas
pastorales de quaestiones disputatae.
Acordémonos que fue la primera
desviación de la comunidad primitiva y reaparece, a lo largo de la historia de
la Iglesia, en ediciones corregidas y renovadas. Vulgarmente a los que están en
esta tentación se los puede denominar: "católicos ilustrados" (por
ser actualmente herederos de la Ilustración).
Es decir: una gnosis desde la cual
interpretan el Evangelio y de ahí la pastoral y todo. Una cosa interesante: Con
el inicio del pontificado uno recibe: cartas, propuestas… le hacen llegar
inquietudes. En este tipo de fieles, de católicos; las propuestas, los deseos a
ver: “que con los nuevos aires que puede traer..” (todas esas cosas que dicen)
¡Quiero que se casen los curas, que se ordenen las monjas, que se dé la
comunión a los divorciados, etc.
No van al problema de fondo real.
Sino a estas pequeñas posturas “ilustradas” que nacen precisamente de este tipo
de hermenéutica.
d) La propuesta pelagiana. Aparece fundamentalmente bajo la forma de
restauracionismo. Ante los males de la Iglesia se busca una solución sólo en la
disciplina, en la restauración de conductas y formas superadas que, incluso
culturalmente, no tienen capacidad significativa.
En América Latina suele darse en
pequeños grupos, en algunas nuevas Congregaciones Religiosas, (nuevas
congregaciones religiosas) en tendencias exageradas a la seguridad doctrinal o
disciplinaria. Fundamentalmente es estática, si bien puede prometerse una
dinámica hacia adentro: involuciona. Busca recuperar el pasado perdido.
Y créanme que a mí me asusta esta.
(qué dice) “La Iglesia es un desastre”…
Yo cuando el primer año del
pontificado de Benedicto XVI tuve que
intervenir en un caso con un fundador de un movimiento de este signo. Y su
discurso termina diciendo: “La Iglesia que viene hasta hay que dejar que
fracase sola, porque ni Benedicto XVI con toda la teología que sabe la va a
poder salvar. Y nosotros armar nuestros cuadros; nuestras congregaciones para
renovar a la Iglesia” Es el restauracionismo. Una especie de cobertizo que va
acumulando por debajo este tipo de variedades.
Bueno creo que con respecto a la
ideologización con estos cuatro basta. Creo que hay muchos más.
2. El funcionalismo. Su acción en la Iglesia es paralizante. Es decir, contraria a la
Misionariedad. Hay como un engaño ahí. El Funcionalismo más que con la ruta se
entusiasma con la "hoja de ruta".
La concepción funcionalista no tolera
el misterio, va a la eficacia. Reduce la realidad de la Iglesia a la estructura
de una ONG. Lo que vale es el resultado constatable y las estadísticas.
De aquí se va a todas las
modalidades empresariales de Iglesia. Constituye una suerte de teología de la
prosperidad en lo organizativo de la pastoral.
Acá hay un problema que se da en
algunas Conferencias Episcopales. Sé ve que la tentación se da en todas, pero
en algunas se dio con más fuerza que es “La Elefantiasis de la Conferencia”. Y
entonces, abrimos y abrimos más sectores en la organización, etc. Y eso, en
última instancia, diluye la eficacia y nos hace ilusionar con un eficientismo
que no es el de la gracia, que no es de la misión, es otro tipo de eficiencia
más empresarial.
Tercera tentación. Me preocupa. Es
3. El clericalismo Es una tentación muy
actual. En Latinoamérica por supuesto. Curiosamente, en la mayoría de los
casos, de clericalismo, se trata de una complicidad pecadora: el cura
clericaliza y el laico le pide por favor que lo clericalice, porque en el fondo
le resulta mucho más cómodo.
Es así. Busquemos y es así.
El fenómeno del clericalismo
explica, en gran parte, la falta de adultez y de cristiana libertad en parte
del laicado latinoamericano.
O no crece (la mayoría), o se
acurruca en cobertizos de ideologizaciones como las ya vistas, o en
pertenencias parciales y limitadas.
Existe en nuestras tierras una forma
de libertad laical –Hay que estar atento a esto porque es bueno- a través de
experiencias de pueblo. El católico como pueblo, formando parte del pueblo, es
decir del Pueblo de Dios, a través de la pertenencia a la Iglesia. Aquí si se
vive una mayor autonomía, sana en general, y que se expresa fundamentalmente en
la piedad popular.
El capítulo de Aparecida sobre
piedad popular describe con profundidad esta dimensión. La propuesta de los
grupos bíblicos, de las comunidades eclesiales de base y de los Consejos
pastorales va en la línea de superación del clericalismo y de un crecimiento de
la responsabilidad laical.
Podríamos seguir describiendo
algunas otras tentaciones contra el discipulado misionero, pero creo que con
estas ya nos basta. Son las más importantes, que a mi parecer tienen más fuerza
en este momento de América Latina y El Caribe.
Ojo que al describirlas las estoy
caricaturizando para que se entienda un poco la cosa donde está la tentación.
Por ahí no son tan fuertes, pero la caricatura a veces nos ayuda a descubrir
dónde está el mal espíritu.
5. Algunas pautas eclesiológicas
1. El
discipulado-misionero que Aparecida propuso a las Iglesias de América Latina y
El Caribe es el camino que Dios quiere para este hoy. Toda proyección utópica (hacia
el futuro) o restauracionista (hacia el pasado) no es del buen espíritu.
Dios es real y se manifiesta en el
hoy. Hacia el pasado su presencia se nos da como memoria de la gesta de
salvación sea en su pueblo sea en cada uno de nosotros; hacia el futuro se nos
da como promesa y esperanza.
En el pasado Dios estuvo y dejó su
huella: la memoria nos ayuda a encontrarlo; en el futuro sólo es promesa… y no
está en los mil y un futuribles.
El hoy es lo más parecido a la
eternidad; más aún: el hoy es chispa de eternidad. En el hoy se juega la vida
eterna. El discipulado misionero es vocación: llamado e invitación. Se da en un
hoy pero en tensión.
No existe el discipulado misionero
estático. El discípulo misionero no puede poseerse a sí mismo, su inmanencia
está en tensión hacia la trascendencia del discipulado y hacia la trascendencia
de la misión. No admite la autorreferencialidad: o se refiere a Jesucristo o se
refiere al pueblo a quien se debe anunciar.
El sujeto misionero es un Sujeto que se trasciende. Sujeto
proyectado hacia el encuentro: el encuentro con el Maestro (que nos unge
discípulos) y el encuentro con los hombres que esperan el anuncio. Por eso, me
gusta decir que la posición del discípulo misionero no es una posición de
centro sino de periferias: vive tensionado hacia las periferias… incluso las de
la eternidad en el encuentro con Jesucristo.
En el anuncio evangélico, hablar de
periferias existenciales des-centra, y habitualmente tenemos miedo a salir del
centro. El discípulo-misionero es un des-centrado: el centro es Jesucristo, que
convoca y envía.
El discípulo es enviado a las
periferias existenciales.
2. La Iglesia
es institución pero cuando se erige en centro se funcionaliza y poco a poco se
transforma en una ONG. Vimos que es una de las tentaciones. Entonces, la
Iglesia pretende tener luz propia ¡la gran tentación de la Iglesia: Tener luz
propia! y deja de ser ese misterium lunae
del que nos hablaban los Santos Padres. (Misterio de la Luna)
Se vuelve cada vez más
autorreferencial y se debilita su necesidad de ser misionera. De Institución –fundada
por Jesucristo- se transforma en Obra. Deja de ser Esposa para terminar siendo
Administradora; de Servidora se transforma en Controladora.
Aparecida quiere una Iglesia Esposa,
Madre, Servidora, facilitadora de la fe y no tanto controladora de la fe.
3. En
Aparecida se dan de manera relevante dos categorías pastorales que surgen de la
misma originalidad del Evangelio y también pueden servirnos de pauta para
evaluar el modo como vivimos eclesialmente el discipulado misionero. Las dos
categorías son: la cercanía y el encuentro. Ninguna de las dos es nueva, sino
que conforman la manera cómo se reveló Dios en la historia. Es el "Dios
cercano" a su pueblo, cercanía que llega al máximo al encarnarse. Es el
Dios que sale al encuentro de su pueblo.
Existen en América Latina y El
Caribe pastorales lejanas, pastorales disciplinarias que privilegian los
principios, las conductas, los procedimientos organizativos… por supuesto sin
cercanía, sin ternura, sin caricia.
Se ignora la revolución de la
ternura que provocó la encarnación del Verbo. Hay pastorales planteadas con tal
dosis de distancia que son incapaces de lograr el encuentro: encuentro con
Jesucristo, encuentro con los hermanos.
Este tipo de pastorales a lo más
pueden prometer una dimensión de proselitismo pero nunca llegan a lograr ni
inserción eclesial ni pertenencia eclesial.
La cercanía crea comunión y
pertenencia, da lugar al encuentro. La cercanía toma forma de diálogo y crea
una cultura del encuentro.
Una piedra de toque para calibrar la
cercanía y la capacidad de encuentro de una pastoral es la homilía. ¿Qué tal
son nuestras homilías? Una pregunta que nos tenemos que hacer nosotros y se la
tienen que hacer los curas y los diáconos. ¿Nos acercan al ejemplo de nuestro
Señor, que "hablaba como quien tiene autoridad" o son meramente
preceptivas, lejanas, abstractas?
Para mí, aquí está la Piedra de
toque sobre la cercanía del encuentro: Como uno tiene la homilía. Y no nos
olvidemos lo que es la teología de la homilía: ex
opere operantis a
través de la Iglesia. No es ex opere
operato, como la tesis luterana. Ni es ex
opere operantis meramente como el agua bendita. Es otra cosa que está en el
medio, ¿no es cierto? es un ex opere
operantis pero tirando al operato y
es un ex opere operato pero no tan
calificativo pero es por la autoridad de la Iglesia. Y esto refleja mi pertenencia
a la Iglesia y como la vivo.
Una cosa que se me paso acá, y la
puse en el discurso del otro día a los obispos brasileros es que Pastoral en
última instancia es el ejercicio de la Maternalidad de la Iglesia. Hacer
Pastoral es que la Iglesia sea madre. Punto.
A veces nos olvidamos de eso y
entonces… la pobre es madrastra.
4. Quien
conduce la pastoral, la Misión Continental (sea programática como
paradigmática), es el Obispo.
El Obispo debe conducir, que no es
lo mismo que mandonear. Pero debe conducir. Además de señalar las grandes
figuras del episcopado latinoamericano. Que las tenemos. Y que todos conocemos
quisiera añadir aquí algunas líneas sobre el perfil del Obispo que ya dije a
los Nuncios en la reunión que tuvimos en Roma.
Unos rasgos que creo que son claves
sobre el perfil del obispo que yo considero importantes.
Los Obispos han de ser Pastores,
cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y
misericordiosos.
Hombres que amen la pobreza, sea la
pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como
simplicidad y austeridad de vida.
Hombres que no tengan psicología de
príncipes.
Hombres que no sean ambiciosos y que
sean esposos de una Iglesia sin estar a la expectativa de otra más importante.
El fenómeno de los “obispos
polígamos”. Están casados con una, pero esperando a ver cuando viene “la
promoción”.
Hombres capaces de estar velando
sobre el rebaño que les ha sido confiado y cuidando todo aquello que lo
mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con atención sobre eventuales peligros
que lo amenacen, pero sobre todo para cuidar la esperanza de su pueblo. El
obispo tiene que cuidar la esperanza de su pueblo: que haya sol y luz en los
corazones.
Hombres capaces de sostener con amor
y paciencia los pasos de Dios en su pueblo.
Y el sitio del Obispo para estar con
su pueblo es triple: o delante para indicar el camino, o en medio para
mantenerlo unido y neutralizar los desbandes, o detrás para evitar que alguno
se quede rezagado, pero también, y fundamentalmente, porque el rebaño mismo
también tiene olfato para encontrar nuevos caminos.
No quisiera abundar en más detalles
sobre la persona del Obispo, sino simplemente añadir, incluyéndome en esta
afirmación, que estamos un poquito retrasados en lo que a Conversión Pastoral
se refiere.
Conviene que nos ayudemos un poco
más a dar los pasos que el Señor quiere para nosotros, los obispos, en este hoy
de América Latina y El Caribe.
Y sería bueno comenzar por aquí.
Les agradezco la paciencia de
escucharme.
Perdonen el desorden de la charla y,
por favor, les pido que tomemos en serio nuestra vocación de servidores del
santo pueblo fiel de Dios, porque en esto se ejercita y se muestra la
autoridad: en la capacidad de servicio.
Gracias.
(1) Machete: Es un apunte, borrador,
ayuda memoria escrito en papel.
(2) Colirio: Gotas para los ojos.
(3) “En seguida se pesca” expresión que
significa que algo es rápidamente entendido.
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