Patrullero de la Policía Federal frente a la Catedral |
Ambos edificios están comunicados por un pasillo interno. Para llegar de un lugar a otro, se deben atravesar seis puertas. El domingo pasado, la tranquilidad habitual fue quebrada por un violento robo.
Un grupo de delincuentes se mezcló entre los creyentes que presenciaban la misa de las 18. Al finalizar –y cuando ya no quedaban testigos en el templo– se escabulleron por una puerta lateral, atravesaron el pasillo y llegaron hasta el lugar donde descansa y trabaja el sucesor del Papa Francisco en la arquidiócesis de Buenos Aires.
El grupo de delincuentes fingió ser fieles que participaban en la misa
en la Catedral Metropolitana y una vez terminada robo.
Al menos eran tres los ladrones que robaron el último domingo en el Arzobispado
de Buenos Aires, ubicado al lado de la Catedral y en el que vive el
arzobispo Mario Poli. Se camuflaron en la misa, ingresaron a la Curia,
redujeron a un guardia y se llevaron 100 mil pesos (unos 10.000 dolares).
El episodio se produjo el domingo pasado, luego de la misa de las 18,
pero recién trascendió hoy. Al menos tres delincuentes fueron los que
transitaron los pasillos internos entre el Arzobispado y la Catedral
metropolitana, ubicada en un lateral de la Plaza de Mayo.
Para llegar de un lugar a otro, se deben atravesar seis puertas y el
domingo pasado este grupo de delincuentes se mezcló entre los
creyentes y al finalizar la misa -y cuando ya no quedaban testigos en
el templo católico- se escabulleron por una puerta lateral, atravesaron
el pasillo y llegaron hasta el lugar donde descansa y trabaja el
sucesor de Jorge Bergoglio en la arquidiócesis de Buenos Aires.
Allí, redujeron a un guardia de seguridad y amenazaron con armas a
cinco religiosos que se encontraban en las oficinas del primer piso.
Los ladrones sabían que uno de ellos llevaba unos 100 mil pesos, por
lo que no tuvieron otra salida que entregárselo a los maleantes que,
con el dinero en su poder, y luego de revisar todos los cuartos de la
Curia, escaparon sin ser detenidos.
Los delincuentes no actuaron de forma espontánea, por el contrario,
“sabían a quién buscaban, conocían el nombre del cura que tenía el
dinero”, indicó un informante al citado diario. Además, contaban con una
llave con la que pudieron ingresar a la Curia, por esa razón los
investigadores no tienen dudas de que hubo un entregador.
Si bien la máxima autoridad de la Iglesia argentina y recientemente
nombrado cardenal por el Papa Francisco -lo que le da derecho a voto en
una elección papal- optó por mantener el hecho en reserva, fuentes de
la Policía Federal y el Ministerio de Seguridad confirmaron el
episodio. Además de la plata, los delincuentes se “apoderaron de
alcancías y otros objetos de valor” que encontraron en los tres pisos
que ocupa el Arzobispado en el edificio de Rivadavia 415.
No hay comentarios:
Publicar un comentario